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LOS ÁRBOLES PARA LAS VEREDAS
Beneficios y desventajas de los árboles para las veredas
En la ciudad todos recibimos los beneficios que los árboles nos brindan, atenúan los vientos, purifican el aire, atemperan las temperaturas extremas, disminuyen los ruidos, adornan la ciudad por sus diversas formas y colorido, y permiten la vida de los pájaros.
Ellos también nos ocasionan una serie de molestias, el barrido de las hojas, las ramas tocan los cables, tapan luminarias, en algunas ocasiones las raíces levantan y rompen las baldosas, las flores y los frutos ensucian las veredas y algunas especies causan trastornos alérgicos.
Para que los beneficios obtenidos sean mayores que los perjuicios que nos pudieran ocasionar es necesario valorarlos, conocerlos y cuidarlos. Para conocer al árbol de nuestra ciudad debemos no solo conocerlo a él sino también al medio en que crece y se desarrolla, el medio urbano.
El medio urbano
Los árboles provienen de un ambiente natural en donde han interactuado con sus componentes, adaptándose a ellos, lo que les permitió persistir a través del tiempo.
El hombre los ha ubicado en un medio artificial, los pueblos y las ciudades, que difieren en varios elementos del medio natural de donde provienen. Aquí son otros los elementos que actúan sobre ellos y a los cuales deben responder, intentando adaptarse a las nuevas condiciones de vida. Las radiaciones solares se multiplican al reflejarse provocando el recalentamiento del ambiente. El aire que utiliza está enrarecido por gases de la combustión y polvos que quedan retenidos sobre la superficie de sus hojas. El agua está contaminada por productos químicos, que se utilizan para limpiar las veredas. Su suelo está cubierto por asfalto y baldosas lo que reduce la superficie a través de la cual le llegan el agua y el oxígeno requeridos para vivir. Esta cubierta al calentarse y enfriarse más rápidamente que el suelo determina que el árbol esté expuesto a mayores amplitudes térmicas que rajan sus ramas y troncos, esta superficie también actúa como una barrera física que dificulta la expansión de sus raíces. Los letreros, columnas de luz, teléfono, etc. desvían su crecimiento originando individuos con troncos inclinados o copas desproporcionadas. Los vehículos le ocasionan golpes y heridas facilitando la entrada de patógenos que lo debilitan hasta llegar a proporcionarle la muerte. Las personas quiebran sus troncos cuando son pequeños, cortan sus ramas sin ningún sentido, los golpean para que en otoño pierdan sus hojas de una sola vez y así evitarse el barrido de las veredas, podan sus copas indiscriminadamente y otras los sacan sin motivo justificado.
El hombre puede intervenir solucionando los inconvenientes que le ocasiona, dándole el espacio y ubicación correcta para su crecimiento, eligiendo la especie que mejor se adapta a vivir en la ciudad. Puede también cuidarlo, evitando tirar los productos del lavado de las veredas en su receptáculo, regándolo, mejorando su suelo, no quebrando sus troncos o ramas, no podándolo irracionalmente, y no sacarlo simplemente porque se pasó de moda, es decir, matándolo por darse un gusto.
El árbol para la vereda
Para que el árbol pueda vivir en la vereda debe cumplir con algunas características:
- Adaptación al medio ambiente.
- Características morfológicas (forma),
- Características fisiológicas (función)
- Adaptación al medio ambiente
- Los árboles deben adaptarse a las condiciones de nuestro clima y suelo, si no, no se justifica plantarlos.
Características morfológicas
1) Tamaño del árbol
Para darle al árbol el espacio que requiere para crecer es necesario considerar dos aspectos, su tamaño en la edad adulta, lo que incluye su altura, diámetro de copa y extensión y profundidad de las raíces, y las características propias de las construcciones urbanas, como son el ancho de la vereda y la calle,altura y ubicación de letreros, luces y edificios. Combinando ambos aspectos se permitirá no solo beneficiar al árbol en su crecimiento y vida, sino también no obstaculizar el tránsito de peatones, el estacionamiento de vehículos, la exposición de vidrieras y carteles, y la iluminación de las calles.
2) Forma de la copa y el tronco
Se prefieren las copas altas, amplias y el tronco debe ser recto, libre de ramificaciones basales y espinas.
3) Persistencia de las hojas
Se prefiere para la vereda árboles de hoja caduca que dejarán filtrar el sol durante el invierno pero proyectarán su sombra en la primavera – verano. En determinadas circunstancias se pueden plantar árboles de hojas persistentes.
4) Follaje
Son preferibles las especies que defolian tempranamente en otoño y comienzan a brotar a principio de la primavera y proyectan sombra a mediados de esta estación. En cuanto al tamaño, las hojas pequeñas o medianas obstruyen menos los desagües y alcantarillas que las más grandes y permiten su fácil barrido y recolección.
5) Floración y fructificación
Son características deseables por su efecto ornamemtal.
6) Tipo de raíz
Nuestra zona se caracteriza por poseer períodos de sequía invernal y estival y suelos con baja capacidad para retener el agua, esta situación afecta particularmente a los árboles que viven confinados en las veredas, ya que su suelo esta cubierto por asfalto y cemento. Para contrarrestar esta situación es conveniente elegir aquellas especies que presenten un buen desarrollo radicular, este mayor tamaño de la raíz implica ocupar un mayor volumen de suelo, que primeramente se logra mediante un reacomodamiento por presión, pero luego comienza el levantamiento de las veredas. Cuanto mayor es el tamaño del árbol, más agresivas son las raíces. Se buscan especies con un sistema radicular levemente o moderadamente agresivo, las agresivas o muy agresivas deben evitarse, como por ejemplo, acacia bola, olmo, braquiquito, álamos, sauces, etc.
Las roturas de las veredas pueden evitarse previendo la construcción de tazas grandes y realizando riegos poco frecuentes pero con abundante cantidad de agua.
7) Longevidad
La longevidad también es importante si se considera el costo de la plantación, el cuidado del árbol y el número de ejemplares de una ciudad.
8) Crecimiento
Se refiere al tiempo, en años, que tarda el árbol en alcanzar su máximo tamaño, es decir, en alcanzar su tamaño adulto. Se la clasifica en tres tipos:
Rápido: entre 5 y 15 años.
Medio: entre 15 y 25 años.
Lento: más de 25 años.
Se prefiere elegir plantas de crecimiento rápido, aunque existen algunos casos,como por ejemplo los robles que son de crecimiento lento, el tiempo que tarda en crecer está más que compensado por la belleza de sus ejemplares.
Características fisiológicas
Se deben elegir especies resistentes al ataque de enfermedades y plagas. Las leguminosas, como por ejemplo, acacia bola, acacia blanca, aromo, etc. son sensibles al ataque de pulgones, chicharrita de la espuma y cochinillas, por lo tanto, debe evitarse su utilización masiva que favorece el desarrollo de estos insectos.
Árboles recomendados para plantar en las veredas
No existe un árbol ideal para la vereda, todos tienen sus ventajas y desventajas. Si se intenta elegir aquellos árboles que cumplan con todas las características nombradas es imposible lograrlo. Para cada situación en particular habrá que evaluar que inconvenientes nos ocasionan menores molestias o podemos manejarlas para lograr disminuirlas.
Se hace una breve descripción de los árboles que se recomiendan para las veredas.
Árboles para veredas angostas
1) Espumilla o crespón (Lagerstroemia indica)
Árbol de hoja caduca, florece en verano produciendo grandes racimos, las hojas en otoño se toman un color amarillo – anaranjado, y su tronco es de color ocre, características que le dan valor ornamental. Existen dos formas árbol y arbusto, por lo tanto, en los viveros se debe solicitar la forma árbol que posee un solo tronco. Altura 5 - 7 m., diámetro de la copa 3 - 4 m. Es de crecimiento medio.
Ventajas: su raíz es poco agresiva, su fruto no es una molestia, son muy ornamentales.
Desventajas: proyecta un cono de sombra medianamente denso y es atacado por las hormigas y es sensible al ataque de un hongo llamado oidio en condiciones de alta humedad.
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2) Ciruelo de jardín o Prunus (Prunus cerasífera f. atropurpurea)
De hojas caducas que son de color bordó, flores pequeñas, rosadas-blancas que aparecen antes de la floración en primavera, características que lo hacen muy vistoso, su fruto es una ciruela comestible. Altura 8 - 10 m., diámetro de la copa 4 - 5 m. Es de crecimiento rápido, pero en los primeros años de vida es lento. En estado adulto proyecta una buena sombra. Es necesario tutorarlo en los primeros años de vida.
Ventajas: su raíz es no agresiva, es muy ornamental.
Desventaja: en los primeros años de su vida proyecta un suave cono de sombra.
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Árboles para veredas anchas
1) Acacia de Constantinopla (Albizzia julibrissim)
De copa aparasolada o achaparrada, hojas caducas, flores rosas, fruto chaucha.
Altura: 8 – 10 m., diámetro de la copa: 5 – 8 m. Es de crecimiento medio.
Ventajas: raíces poco agresivas, sus frutos secos no manchan la vereda, las flores rosadas le dan un importante valor ornamental.
Desventajas: proyecta una sombra poco densa.
Observaciones: requiere de riegos, en especial en primaveras y veranos secos.
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2) Fresno americano (Fraxinus americana)
Sus hojas caen tempranamente en otoño, durante un período de tiempo corto pero muy llamativo, flores no vistosas, fruto seco, raíz moderadamente agresiva, de pequeño es atacado por las hormigas. Altura 12 - 15 m., diámetro de la copa 5 – 8 m. Crecimiento rápido.
Ventajas: copa amplia y alta, la foliación y defoliación son tempranas, los frutos no manchan las veredas, proyecta un fuerte cono de sombra, presenta buena sanidad.
Desventajas: las semillas de los ejemplares femeninos son de fácil resiembra.
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3) Fresno europeo (Fraxinus excelsior)
También su defoliación temprana en otoño es tan llamativa como la del fresno americano, flores no vistosas, fruto seco, raíz moderadamente agresiva. La variedad áurea presenta tronco y ramas amarillentas, es más caro pero muy ornamental y de menor desarrollo que el fresno europeo. Altura 10 - 15 m., diámetro de la copa 5 - 7 m. Crecimiento medio.
Ventajas: copa amplia y muy bien definida, la foliación y defoliación son tempranas, proyecta una buena sombra, los frutos no manchan las veredas.
Desventaja: es de crecimiento medio en comparación con el fresno americano, la variedad áurea es de considerable costo.
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4) Arce negundo (Acer negundo)
Defolia tempranamente en otoño, llenándose sus copas de hojas doradas que le dan a esta estación su valor ornamental, fruto seco, raíz moderadamente agresiva. Altura 10 m., diámetro de la copa 5 – 6 m. Crecimiento rápido.
Ventajas: copa abierta que proyecta una buena sombra, la defoliación y foliación ocurren oportunamente, los frutos no ensucian las veredas.
Desventajas: es atacado por el bicho de cesto.
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5) Paraíso (Melia azedarach)
Árbol de hojas caducas, flores violetas y perfumadas, el fruto es una bolillita amarilla, existe la variedad sombrilla que también tiene fruto, raíz moderadamente agresiva. No es atacado por las hormigas. Altura 8 - 15 m., diámetro de la copa 5 - 8 m. Crecimiento rápido.
La variedad sombrilla no requiere ser podada, salvo que sus ramas presenten un peligro u obstáculo.
Ventajas: presenta una buena morfología y sanidad, proyecta una buena sombra, su floración es muy abundante y perfumada.
Desventaja: los troncos y ramas pueden rajarse porque es de madera liviana, el fruto representa una molestia.
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6) Siempre verde o ligustro (Ligustrum lucidum)
Su copa es globosa, de hojas persistentes de color verde oscuro y brillante, flores blancas, frutos carnosos y raíces levemente agresivas. Al ser de hojas persistentes conviene plantarlo en las veredas sur. Altura 10 - 12 m., diámetro de la copa 5 - 6 m. Crecimiento medio. Existe una variedad que presenta hojas de color verde y crema.
Ventajas: da un denso cono de sombra, de floración abundante.
Desventaja: los frutos ensucian las veredas.
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Árboles no aptos para las veredas
Otras especies presentan características que los hacen inapropiados para crecer en las veredas, como lo son:
1) Acacia bola: raíz muy agresiva, es muy suceptible al ataque de insectos.
2) Acacia blanca: es invasora, raíz agresiva.
3) Catalpa: no tolera las altas temperaturas estivales, sus hojas se deshidratan.
4) Árbol de Judea: copa de baja altura, tronco sinuoso, no proyecta una buena sombra.
5) Jacarandá: no resiste las heladas.
6) Ceibo: es sensible a las bajas temperaturas que hielan sus ramas.
7) Álamos: son de gran tamaño y de raíces muy agresivas y superficiales.
8) Sauces: por su gran tamaño y raíces muy agresivas, sauce llorón: copa muy amplia y péndula que no permite el tránsito de vehículos ni peatones, obstaculiza la visión y su raíz es también muy agresiva.
9) Olmo: es de gran tamaño, de raíces muy agresivas e invasor.
10) Tilo: no resiste las altas temperaturas del verano, el sol quema sus hojas.
11) Aguaribay: árbol de gran porte y ramas péndulas que no permite el tránsito de vehículos ni peatones y obstaculizan la visión.
12) Aromos: presenta ramas bajas y frágiles, raíces superficiales y son atacados por insectos.
13) Braquiquito: es susceptible a las heladas, es un árbol de gran porte.
14) Grevillea o roble sedoso: es de gran porte, sensible a las heladas en los primeros años de vida, raíz muy agresiva.
15) Eucaliptos y pinos: son de gran tamaño, ramas peligrosas y raíces agresivas.
Arbustos y maceteros en las veredas
Por más buenas intenciones que tengamos nunca los arbustos nos van a brindar los beneficios que los árboles nos dan, por el contrario se agregan un problema más. No presentan un solo tronco sino ramificaciones desde abajo y una copa irregular, lo que dificulta el tránsito de peatones y vehículos, la apertura de las puertas de estos últimos, tapan las vidrieras. Frecuentemente son podados para disminuir su tamaño y así evitar por un tiempo el obstáculo que son, las sucesivas podas los desfiguran, evitan su floración, etc., lo que los hace además de no brindar beneficios, figuras verdes casi sin vida.
Los maceteros no dan a los árboles ningún beneficio sino suman una molestia más a la cotidiana actividad urbana, por lo tanto, no se aconseja su construcción en las veredas.
Cuidados
Como todo ser vivo requieren de nuestro cuidado, con prácticas muy fáciles de realizar podemos contribuir al crecimiento de nuestros árboles.
1) Riegos
Es importante no descuidar esta tarea. Se debe regar durante todo el año, aunque en el invierno la actividad de los árboles es mínima, requieren de ésta y además el hecho de mantener la tierra húmeda los protege de las heladas y de los bruscos cambios de temperatura que caracterizan a nuestra zona. Es preferible regar pocas veces y en forma abundante, para que el agua penetre en profundidad y así obligar a las raíces a buscar el agua más abajo y no en la superficie donde provoca roturas de veredas.
2) Carpidas
Carpir significa remover superficialmente la tierra, con lo cual se permite el ingreso del agua y del oxígeno a la tierra y eliminar las malezas. No es conveniente carpir el suelo en las estaciones de menores temperaturas, porque al remover la tierra ingresamos aire frío que se pone en contacto con las raíces, pudiendo perjudicar a los árboles sensibles al frío o a los que están en sus primeros años de implantación.
3) Protección de los receptáculos
El receptáculo o taza donde se planta el árbol es conveniente que su tierra esté cubierta con hojas secas (no enfermas, ni de malezas), paja o aserrín, para evitar la evaporación del agua del suelo, impedir el crecimiento de las malezas y proteger a la planta de las heladas.
4) Poda
La poda del arbolado público la debe realizar el personal capacitado de la municipalidad.
5) Abonos
Se puede enriquecer la tierra con el uso de nutrientes naturales, tierra de buena calidad, estiércol seco, ceniza de madera, lombricompuesto, composto compuesto. El momento más adecuado para abonar la tierra es en primavera, cuando se inicia el crecimiento y siempre que se agrega un fertilizante se debe regar.